Una mirada puede llegar a decir nada y al mismo tiempo puede decirlo todo.
Yo te miro y comienza el juego, es inevitable sentir mi mirada, es pesada, quieres evadirte pero no puedes... y es en ese momento cuando volteas y me ves, yo evado, veo mis fichas, y dicen SEXO. Volteo a verte y te pones los lentes obscuros, mirarme sin que se note tu mirada... pero es invitable, no se nota, pero se siente.
Llega tu amiga y te pones a platicar con ella, yo vuelvo a mirar mis fichas, ya pasaron varias fichas mas y es con la palabra JUEGO cuando te vuelvo a mirar, me miras y porfin nuestras miradas se juntan nos vemos directamente a los ojos, esa conexion tan mística, de un primer encuentro, sonrio muy despacio y evado.
Voy a la cocina, subo las escaleras, me miras, me detengo un poco las subo despacio, volteo a mirarte y evado.
Salgo de la cocina para llegar al jardín, bajo las escaleres y siento una mirada eres tu viendome bajar las escaleras, sonrio y me vuelvo a sentar en la silla, veo mis fichas y pongo PEZ.
Pasa el tiempo, me miras con curiosidad, ahora eres tu quien no deja de mirar.
Ya pasaron mas de 2 horas, te retiras, la vida no es solo mirar, te levantas, te veo, me ves, te evado y vuelvo a verte mientras subes la escalera de caracol lentamente con la misma cadencia con la que yo subí, la intención es obvia, a cada vuelta volteas a verme y no dejo de mirarte, me miras curiosamente, esperas algo, un saludo, una respuesta, algo que confirme tu sospecha, sonrio levemente, pero no lo notas, sales del jardin para entrar a la cocina y desapareces.
Quizas otro dia te vea, es lo mas seguro... y hare lo mismo... bien sabes que te gusto, tu me gustas... pero es el juego de la seducción llevemoslo tranquilo, aun tengo que conocer tu nombre y para eso jugaremos mas.
